"Los cimientos del ser"

Caos aparece en los primeros versos de la Teogonía de Hesíodo, donde es descrito como un vacío primordial que precede a los dioses y al universo. Aunque puede entenderse como vacío cósmico que antecede al orden, también puede verse como una energía creadora.

"Los cimientos del ser"
ChatGPT imagina a Caos como una figura femenina. Imagen generada por IA (OpenAI).

Cuenta la mitología griega que, en los confines del tiempo y del espacio, cuando el mundo como lo conocemos no existía, entre sombras y murmullos, moraba una entidad llamada Caos. Acaso una diosa primigenia, quizás solo un estado anterior del universo; vacío absoluto u océano de posibilidades, lo cierto es que Caos era el útero del universo donde las semillas de todas las cosas yacían latentes, una fuerza poderosa y dinámica de fecundidad, madre nutricia que alimentaría la vida y la evolución en todas sus formas.

Su voz hacía vibrar los cimientos del ser y tejía los hilos del destino en el abismo anterior a la nada que precedió al orden. En su seno los átomos danzaban al caluroso compás de su aliento, en busca de su lugar en el cosmos en un espectáculo voraginoso de belleza en el que las posibilidades eran verdaderamente infinitas y se entrelazaban en un baile eterno de creación y destrucción.

Caos trascendió la fantasía y en un estallido de luz y energía, dio a luz al orden, que emergió de ella llevando consigo la promesa de la vida. Así, nació el cosmos y de él surgió la armonía y, mientras las estrellas se encendían y los planetas se constituían, el eco de Caos resonó en los rincones más profundos del universo.